Tras un año de intenso trabajo acompañando al gobernador Joaquín Díaz Mena como asesor en este Renacimiento Maya, hoy cierro este ciclo con profunda gratitud. Ha sido un privilegio caminar junto a ustedes, construir puentes, enfrentar retos y celebrar avances en esta tierra donde la palabra pesa, la historia inspira y la identidad se lleva en la sangre.
Dicen los antiguos que en Yucatán no se nace: se despierta. Y en ese despertar se aprende que aquí cada día se honra una tradición que nos vuelve distintos: el rigor del trabajo, la franqueza del carácter y ese orgullo que, sin escándalos ni estridencias, aporta a México cultura, estabilidad, talento y visión de futuro. En esta tierra, donde la península sostiene al país con raíces mayas y convicción moderna, he encontrado lecciones que me acompañarán siempre.
Quiero agradecer la apertura, la crítica honesta, las historias compartidas y la disposición permanente al diálogo. Son ustedes —periodistas, comunicadores, columnistas, funcionarias y funcionarios— quienes dan vida al debate público y quienes, con todo y diferencias, sostienen la madurez democrática que distingue a Yucatán.
Hoy toca dar la bienvenida a una nueva etapa. Le deseo el mayor de los éxitos al nuevo director de Comunicación Social, Joaquín Ocampo, un profesional talentoso y comprometido que sabrá imprimir su sello, fortalecer las relaciones institucionales y seguir construyendo una comunicación a la altura del Yucatán que renace.
Y como buena despedida yucateca, ahí les va una:
“Por esta tierra querida,
que en México es bendición,
hoy cierro yo esta partida
¡con respeto y con corazón!”
Gracias por este año. Gracias por su profesionalismo. Gracias por permitir que Yucatán siga siendo ejemplo de identidad, sobriedad y grandeza.
Con aprecio y admiración,
Jorge Alberto Pérez Zamudio
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